Turismo a oscuras

Los margariteños se preparan para una temporada alta plagada de los acostumbrados cortes de luz, mientras Corpoelec dice que eso no ocurrirá porque la oferta de energía en la isla supera la demanda.

Un día de playa perfecto en la Isla de Margarita puede convertirse en un tormento si se va la luz. Con temperaturas que ascienden hasta los 35 grados a la sombra, no es fácil encontrar sosiego en una habitación de hotel sin agua, ni aire acondicionado, cuando lo que pide el cuerpo es una buena ducha y temperatura fresca. El apagón también puede contribuir a la contaminación del mar.

Las autoridades turísticas dicen que es difícil cuantificar el impacto negativo de las interrupciones de la electricidad durante la temporada alta en Nueva Esparta, aunque coinciden en que es uno de los factores que más afecta la calidad del servicio turístico en la entidad. “Más allá de los números se trata de una persona que vino a disfrutar de un lugar paradisíaco y no se fue agradada”, expresó el presidente de la Corporación de Turismo insular, Salvador Núñez.

Para el gerente de Corpotur, los problemas de suministro eléctrico alejan principalmente a los  turistas internacionales. “No se trata de que los venezolanos debamos acostumbrarnos a los malos servicios, pero de alguna manera lo vivimos a diario. Pero el turista internacional no regresa”.  De los dos millones de personas que visitaron Nueva Esparta en 2011, sólo el 3 por ciento viajó desde el exterior.

 Corpoelec extraoficial

 Aunque los portavoces de Corpoelec eluden las convocatorias de prensa, fuentes extraoficiales de la empresa aseguraron que en la actualidad la oferta de energía en Nueva Esparta supera la demanda.

Un funcionario de Corpoelec explicó que el sistema, formado por 13 subestaciones y el cable submarino, tiene una capacidad instalada de 462MW para satisfacer la demanda promedio de 390MW de los 490 mil habitantes de las islas de Margarita y Coche.

Si esa premisa es cierta, los neoespartanos no comprenden por qué todavía se va la luz con frecuencia, a cualquier hora, en los 11 municipios del estado. La situación empeora sustancialmente en temporadas vacacionales, cuando los servicios racionados de agua y luz deben ser compartidos entre grandes flujos de turistas.

Corpoelec pronosticó que el consumo de electricidad se incrementará en la temporada vacacional de 2012 hasta alcanzar un pico de 434 MW en septiembre, basándose en una tasa de crecimiento del consumo eléctrico de 8,4% interanual. Los cálculos más optimistas de la empresa eléctrica se elevan hasta los 476MW, tomando en cuenta una expansión del 10,72 %.

Pero esas estimaciones pudieran quedarse cortas si se considera que en agosto de 2011 Margarita recibió 318.851 viajeros. Si sumamos esta cifra a la población local, que no sale de vacaciones porque aprovecha la temporada para generar ingresos producto del turismo, en la isla hubo unas 808.000 personas en un momento dado del mes, es decir, aumentó en un 64% el número de personas que usan los servicios habitualmente.

Los ingenieros de la empresa explicaron que resolvieron temporalmente el problema del déficit de energía en la Isla de Margarita con las plantas de generación distribuida de Las Hernández, Los Millanes, Los Robles, Aricagua, El Canódromo, Venetur y Morroco, que al corte del 19 de junio de 2012 aportaban 101,6 MW. La planta Luisa Cáceres de Arismendi genera 208,3 MW, mientras que otros 45 MW provienen del envejecido cable submarino.

La energía faltante provendrá de dos unidades de 85 MW cada una, instaladas en la nueva planta Juan Bautista Arismendi,  y tres unidades marca SOLAR, de 15 MW cada una, que entrarán en funcionamiento entre agosto y septiembre de 2012.

Estas plantas de generación distribuida, que en realidad son un pañito de agua caliente, serán desincorporadas del sistema cuando entre en funcionamiento el segundo cable submarino de fabricación china. El acuerdo fue firmado el sábado 30 de junio en la Planta Luisa Cáceres de Arismendi por el presidente de Corpoelec, Argenis Chávez, el candidato a la gobernación de Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa, y autoridades de la República Popular China.

Playas contaminadas

Frente al alentador panorama presentado extraoficialmente por los ingenieros de Corpoelec, los usuarios expresaron su descontento con la calidad del servicio eléctrico y temen que la situación empeorará durante la temporada, que entra en su apogeo a mediados de julio.

Daniel Gómez, administrador del Restaurant Keka en Playa Parguito, municipio Antolín del Campo, dijo que el problema de los apagones es tan grave que compromete la sanidad de la franja costera más visitada de la Isla de Margarita.

“Lo que más nos preocupa cuando se va la luz es que deja de funcionar la planta de bombeo de aguas negras que se encuentra a pocos metros de la playa, y comienzan a salir cloacas por los desagües, que terminan directo en el mar”, señaló Gómez, quien vive en la localidad desde hace 36 años.

Denunció que las bombas dejaron de funcionar en Semana Santa y durante dos días cayeron las aguas servidas del municipio en la popular playa. La costa del noreste de Margarita no sólo es la más visitada por los turistas. Allí también anidan desde febrero hasta septiembre las tortugas Cardón (Dermochelys coriácea), que pueden llegar a pesar hasta 600 kilos y cuyos huevos son altamente vulnerables a las filtraciones de agentes tóxicos.

 “Yo no entiendo qué es lo que pasa si Corpoelec dice que ya solucionó el problema de la luz. El domingo pasado se fue la luz a las 6 de la mañana y llegó a la una. A veces la luz llega a 90 voltios y las neveras y los freezer se dañan. Las reparaciones salen de nuestros bolsillos”

El encargado de la estación de bombeo de aguas negras de Parguito confirmó que sólo funciona una de las cuatro bombas y que la planta de emergencia está dañada.

Insatisfacción

María Milagros Pérez, gerente general del Hotel Boutique La Plazuela, en La Asunción, municipio Arismendi, expresó que las fallas de luz causan serios problemas en sus procesos operativos.

“El huésped paga y desea una total satisfacción. No podemos garantizar la calidad que deseamos si se va la luz”.

La solución expedita sería colocar plantas auxiliares de diesel para garantizar los servicios mínimos, pero el ruido y la contaminación afectarían a los vecinos del hotel ubicado en el caso histórico de la capital insular.

Pérez relató que en La Plazuela han tenido que reponer dos neveras de la cocina y reparar la nevera de vinos, dañadas durante un apagón.  “El otro día nos quedamos sin luz en toda el área administrativa, restaurant, sala de conferencias. Con el calor, la humedad y el sol, hicimos lo que pudimos para atender a nuestros huéspedes.”

Santamaría abierta

El panadero Arlindo Suares, dueño de Paraguachí Plaza, tiene una actitud pragmática ante la situación. “La luz viene, se va. Uno no sabe qué va a pasar, pero yo nunca me paro”.

El comerciante posee una pequeña planta eléctrica para mantener las operaciones de las cajas y los mostradores externos.

Suares explica que el problema radica en los hornos y las neveras. La producción de pan y tortas se paraliza y corre el riesgo de que se pudran los alimentos refrigerados.

“La semana pasada se fue la luz por 4 horas y se me echó a perder una nevera. ¿Qué voy a hacer? Yo nunca cierro por eso.”.

Suares no piensa que los problemas del suministro eléctrico se aliviarán en la próxima temporada vacacional.  “Ellos prometen y prometen que van a resolver el problema pero nunca cumplen”, dijo con resignación.

Mariángela Velásquez

Publicado el 6 de julio en @CódigoVenezuela

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio