El contrabando de diesel es una actividad floreciente en Nueva Esparta, donde hay acceso al combustible y un mercado que espera ávido en altamar.
La venta ilegal del llamado gasoil en la Isla de Margarita abarca todos los ámbitos. Desde personas con pequeñas embarcaciones dedicadas al menudeo, que pueden comprar el diesel con facilidad en cualquier estación de la isla, hasta la comercialización de miles de litros almacenados en embarcaciones de gran calado.
Aquí es legal adquirir hasta 200 litros de diesel. Basta con llegar una bomba con un contenedor plástico (pimpina) y solicitar la cantidad requerida por 44 centavos de bolívar el litro. Cero chip de racionamiento.
Para vender el combustible fuera de la isla, las embarcaciones presuntamente navegan hasta pasar el paralelo 11 norte, donde termina la zona económica exclusiva y comienzan las aguas internacionales. Allí el diesel venezolano se negocia en efectivo a 57 centavos de dólar el litro, ó 5,13 bolívares, calculados actualmente a 9 bolívares por dólar.
Pero no todo es ganancia para el que se arriesga a vender ilegalmente combustible en altamar. Los costos del diesel se elevan a 3 bolívares por litro al sumar los viajes a los centros de surtido, las propinas a los expendedores y otros funcionarios y el gasto del combustible necesario para los viajes a aguas internacionales. Al sacar las cuentas, la ganancia es de dos bolívares por litro.
Trascendió que los compradores del diesel van entre pequeños veleros deportivos hasta buques provenientes de Asia, que navegan hacia Europa luego de pasar por el Canal de Panamá.
El precio promedio del litro de diesel en las islas del Caribe en 2011 fue de 1,14 dólares, según el ministerio de Energía de Trinidad, país que también subsidia el combustible a 24 centavos de dólar el litro y que ha detectado un serio problema de contrabando.
Justos por pecadores
Al tomar en cuenta que el verdadero negocio está en comercializar grandes cantidades de combustible, es comprensible que la piedra de tranca para adquirirlo está en los centros de abastecimiento pesquero, donde se surten miles de litros diarios.
El incremento del contrabando en la isla ha forzado a las autoridades a “racionar” el combustible a los barcos de campaña en Punta de Piedras, la Lonja de Juangriego, el Faro de Porlamar y Chacachacare.
Los pescadores han denunciado a la prensa local que deben retrasar sus salidas porque la Guardia Nacional no les abastece del diesel necesario para hacer largos recorridos hasta Surinam, donde faena buena parte de la flota dedicada a la pesca del pargo y el mero, por períodos que alcanzan hasta los tres meses.
Por su parte, el diputado regional a la Asamblea Nacional, Orlando Avila, advirtió el miércoles que el ministerio de Petróleo y Minería tiene pensado aplicar el control de suministro a estados fronterizos marítimos como Nueva Esparta.
(Publicado en El Mundo Economía y Negocios)