El lado bueno de las malas palabras: por qué decir palabrotas es saludable
La investigadora Emma Byrne comprobó lo que todos sospechábamos: decir palabrotas funciona como un potente analgésico, agudiza la memoria y mejora el ánimo. El libro Swearing is good for you. The Amazing Science of Bad Language ofrece una explicación científica a la imposibilidad de quedarnos callados cuando una situación nos enerva, recibimos una gran sorpresa o sentimos mucho dolor. Maldecir nos ayuda a sentirnos mejor.