Las cifras de los niños abusados sexualmente son alarmantes. Las investigaciones en los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos señalan que una de cada 4 niñas y uno de cada 6 niños son abusados sexualmente antes de cumplir los 18 años.
La reacción de siete estados para proteger a la infancia ha sido contundente: los condenados por abusar sexualmente a menores de 13 años tienen que ser castrados para ser elegibles a la libertad condicional.
Pero no se trata de extirpar los testículos durante una cirugía. Se trata de una castración química mediante un tratamiento que comienza un mes antes de la liberación del solicitante y termina cuando un juez considere que no representa un peligro para la juventud.
Los que apoyan la medida creen que evitarán que los pederastas vuelvan a delinquir al inhibir su impulso sexual. Los que se oponen consideran que la nueva ley decretada el 10 de junio en Alabama viola la Octava Enmienda de la Constitución que prohíbe los castigos crueles e inusuales. La medida ya había sido adoptada por California, Florida, Georgia, Luisiana, Montana y Oregon.